lunes, 5 de diciembre de 2011

El Ángel de la Reconciliación



Nos ofrece la posibilidad de deshacernos del bagaje viejo e inútil de nuestro pasado. Reconciliándonos con le pasado nos descargamos de las penas, daños y resentimientos que taponan y congestionan nuestra energía y nos cargan con su peso. Necesitamos nuestra vitalidad para vivir en el presente, no para sumergir nuestra vida en viejos resentimientos. El Ángel de la Reconciliación trabaja para ayudarnos a integrar nuestro pasado con nuestra realidad presente. Nos ayuda a ver las verdades espirituales, de modo que podamos aprender de nuestro pasado. Así, cualquier cosa dolorosa de nuestras vidas puede ser vista de un modo nuevo, como un paso positivo del crecimiento, incluso las experiencias más brutales.Este ángel está facilitando la transición desde el pasado al presente, ofreciéndonos cualquier oportunidad de aceptar las cosas tal como son. Trátese de algo que hicimos a los demás o a nosotros mismo, o de algo que nos sucedió, este ángel nos ayudará a reconciliar nuestro pasado. El proceso de dejar marchar el pasado nos ayuda a redimir nuestro espíritu. Libera la energía que hemos invertido en proyectar nuestros sentimientos sobre situaciones, personas o sucesos pasados. Cuando estamos limitados por la pena, el duelo, los agravios o la amargura, estamos destruyendo la vitalidad y el gozo del ahora, siempre presente.
El pasado es una piedra de tropiezo en el camino hacia la salud, si preferimos verlo de ese modo.
Podemos ofrecer nuestras plegarias al Ángel de la Reconciliación para que nos ayude a aceptar el pasado tal como fue y abandonar nuestras ideas negativas acerca de cómo debería haber sido. Podemos pedir que las lecciones de las experiencias pasadas nos ayuden a desarrollarnos como adultos de mente sana, capaces de avanzar hacia el gozo del presente. Esto nos dará, tanto placer como sabiduría.
Pedimos a este ángel que nos muestre cómo integrar nuestro pasado en un presente vivo, pleno de gozo y realización. Pedimos guía para abandonar el pasado y aceptar que siempre podemos hacer un nuevo comienzo. La reconciliación no tiene que ver con cambiar algo que no puede ser alterado. Es más bien transformar nuestra visión de cómo fue el pasado y cómo podemos facultarnos y capacitarnos ahora a nosotros mismos haciendo elecciones positivas para nuestro bienestar.

  


Lección 20

Estoy decidido a ver.
1. Hemos tenido hasta ahora una actitud bastante relajada con respecto a nuestras sesiones de práctica. 2Apenas hemos tratado de dirigir el momento en que debes llevarlas a cabo; el esfuerzo requerido por tu parte ha sido mínimo, y ni siquiera se te ha pedido que cooperes o que te intereses activamente en ellas. 3Este enfoque ha sido intencional, y ha sido planeado muy cuidadosamente. 4No hemos perdido de vista lo importante que es invertir completamente tu manera de pensar. 5La salvación del mundo depende de ello. 6Mas no podrás ver si te sientes coaccionado, o si te abandonas al resentimiento y a la oposición.
2. Ésta es la primera vez que intentamos establecer cierta estructura. 2No interpretes esto erróneamente como un intento de querer ejercer presión o fuerza. 3Deseas la salvación. 4Deseas ser feliz. 5Deseas la paz. 6No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. 7Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. 8Y grande en verdad será tu recompensa cuando lo logres.
3. Tu decisión de querer ver es todo lo que requiere la visión. 2Lo que quieres se te concede. 3No cometas el error de creer que el pequeño esfuerzo que se te pide es una indicación de que nuestro objetivo es de poco valor. 4¿Cómo iba a ser la salvación del mundo un propósito trivial? 5¿Y cómo podría salvarse el mundo si no te salvas tú? 6Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. 7Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. 8Con tu decisión de querer ver, se te da la visión.
4. Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a ti mismo a lo largo del día que quieres ver. 2La idea de hoy implica tácitamente también el reconocimiento de que ahora no ves. 3Por lo tanto, cada vez que repites la idea, estás afirmando que estás decidido a cambiar tu estado actual por uno mejor, por uno que real¬mente deseas.
5. Repite la idea de hoy lentamente y a conciencia por lo menos dos veces por hora, y trata de hacerlo cada media hora. 2No te desanimes si se te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por acordarte. 3Las repeticiones adicionales deben aplicarse a cualquier situación, persona o acontecimiento que te perturbe. 4Puedes verlos de otra manera, y los verás. 5Verás lo que desees ver. 6Ésta es la verdadera ley de causa y efecto tal como opera en el mundo.
Fuente: UCDM, W.L-20

Lección 19

No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
1. La idea de hoy es obviamente la razón por la que lo que ves no te afecta a ti solo. 2Notarás que las ideas que presentamos relacionadas con el acto de pensar a veces preceden a las que están relacionadas con la percepción, mientras que en otras ocasiones se invierte ese orden. 3Eso se debe a que el orden en sí no importa. 4El acto de pensar y sus resultados son en realidad simultáneos, ya que causa y efecto no están nunca separados.
2. Hoy volvemos a hacer hincapié en el hecho de que las mentes están unidas. 2Rara vez se acoge bien esta idea al principio, puesto que parece acarrear un enorme sentido de responsabilidad, e incluso puede considerarse como "una invasión de la vida íntima”. 3Sin embargo, es un hecho que no existen pensamientos privados. 4A pesar de tu resistencia inicial a esta idea, ya entenderás que para que la salvación sea posible, esta idea tiene que ser verdad. 5Y la salvación tiene que ser posible porque es la Voluntad de Dios.
3. El minuto de búsqueda mental que se requiere para los ejercicios de hoy debe hacerse con los ojos cerrados. 2Repite primero la idea de hoy y luego escudriña tu mente en busca de aquellos pensamientos que se encuentren en ella en ese momento. 3A medida que examines cada uno de ellos, descríbelo en función del personaje o tema central que contenga, y mientras lo mantienes en la mente, di:
4No soy el único que experimenta los efectos de este pensamiento
acerca de _____
4. El requisito de ser lo más imparcial posible al seleccionar los objetos para las sesiones de práctica ya te debe resultar bastante familiar a estas alturas, y de aquí en adelante no se repetirá diariamente, aunque se incluirá de vez en cuando a modo de recordatorio. 2No olvides, sin embargo, que seleccionar los objetos al azar en todas las sesiones de práctica seguirá siendo esencial hasta el final. 3Esta falta de orden en el proceso de selección es lo que hará que finalmente tenga sentido para ti el hecho de que no hay grados de dificultad en los milagros.
5. Además de las aplicaciones de la idea de hoy "según lo dicte la necesidad"; se requieren por lo menos tres sesiones de práctica, aunque el tiempo requerido para las mismas podría acortarse si ello fuese necesario. 2No intentes hacer más de cuatro.

Fuente: UCDM, W.L-19